Increible localización, a metros de Trastevere y de Plaza Navona con una estación de tram en la esquina y en una zona tranquila pero muy céntrica, a espaldas del barrio judío.
Los cuartos son amplios y bonitos, con todos los servicios y amenidades (salvo cafetera, pero el room service fue rapidísimo). Hay un café y bar abajo, un rooftop mexicano, y un restaurant gourmet, por lo que hay para todo y 24/7 room service.
Muy buena estética y comodidad, concepto y cuidado al detalle, excelente servicio y recomendaciones de concierge, nada mejor para un par de días en la zona.