El hotel esta muy centrico. pero demasiado antiguo, necesita urgentemente una reforma.
Cogi una habitación doble, al llegar me dieron una habitación con dos camas, de dos pisos, una cama en el piso de abajo y otra en el piso de arriba... es habitación daba miedo, no se veían así las fotografías, pedí que me la cambiaran y me decían que no habían más. Finalmente me la pudieron cambiar gracias a que otros huéspedes no acudieron a su reserva, sino me tendría que haber quedado allí 3 noches.
La limpieza muy escasa, las camas estaban bien, pero la alcachofa de la ducha, el vater, etc, daba asco de lo mal que esta.
El desayuno bufet, no tiene nada caliente, solo cafés, croasanes, zumo multifrutas, pavo, queso, salami y yogur. No hay pan, fruta, nada caliente.
Si buscas un hotel barato y céntrico, es aceptable, pero es una pena que estando al lado de la plaza de San Marcos, no reformen un poco más este hotel.