El castillo se encuentra un poco alejado de areas comerciales y in lugar a dudas, lleva tu propio vehículo por que no hay transporte público, pero en mi caso, eso es precisamente lo que mas he disfrutado. Estás en un ambiente muy tranquilo, te tratan esquisitamente (unos desayunos muy agradables con Antonella y Conchita), habitaciones cómodas y amplias, con una pequeña sala para hacer gimnasia con 4 máquinas (alguna se tendría que renovar pero yo les di uso a todas) y una pisicina cubierta con agua muy agradable.
Le añadiría una tetera en la habitación y algunos sobrecitos de te y café.
Lo normal es cenar en el castillo por que no hay lugar cercano para ir