He reservado para un grupo 8 habitaciones, la recepcionista, que pensaba que éramos sudamericanos (Éramos Españoles y portugueses), nos trató con desprecio.
Han entregado las facturas a mis clientes, con lo que todos han sabido el precio de las habitaciones, cuando comenté el tema en recepción con toda la educación del mundo, el jefe, me trató peor que a un perro, y me dijo que bajase la voz que la gente pensaría que estoy borracho (hablaba normalmente).
El trato al cliente es penoso, unos maleducados, te tratan increíblemente mal.
No reservéis nunca en este hotel, la experiencia es muy mala.