Reservamos 1 Apartamento para cuatro (4) adultos, y nos asignaron uno que, como mucho era apto para 2 o 3 personas. Dos camas individuales en la habitación y un sofá cama en el salón, supuestamente doble, pero incómodo, obsoleto, donde solo cabe un adulto en las mejores condiciones, y que al desplegarse ocupaba casi todo el pequeño salón. Los utensilios de cocina eran escasos, y para dos (2) personas. La “barra” para comer es para dos (2) personas. Algunas paredes estaban sucias y con humedad. Solo hay espejos en el baño, la mayoría rotos y oxidados.
El edificio estaba prácticamente sin huéspedes, y al reclamar y solicitar cambio a otro apartamento, apto para 4 huéspedes, me pidieron un suplemento de 160 euros, algo que obviamente no aceptamos, y que demuestra el único interés económico de la propietaria, en detrimento de la comodidad de los huéspedes.