A destacar la ubicación en pleno paseo marítimo, motivo por el cual deberían cuidar un poco más las instalaciones que a pesar de conservar antigüedades que me encantan, en ciertos aspectos y servicios se han quedado muy obsoletos.
El personal de cocina y comedor en general bastante simpáticos y atentos, de recepción no puedo decir lo mismo.
La limpieza deja mucho que desear, a habido días que a las 14:00 horas seguía la habitación sin hacer, no digo que hagan limpieza a fondo, pero por el precio que se paga tendrían que esmerarse un poquito más, he pasado cinco días y desde el primero ha estado una patata debajo de las camas....
El desayuno está bastante bien, y la cena que es en el hotel amaragua genial, la diferencia de un hotel a otro es bastante notable.
La piscina es bastante tranquila, pero suele estar sucia y poco cuidada, es casi imposible encontrar hamaca libre porque la gente planta la toalla temprano y se va, cosa que no está permitida pero tampoco controlada, eso sin contar que la mitad de los que disfrutan de la piscina no son clientes del hotel, ya que la seguridad es totalmente pésima,las puertas de entrada están todo el día abiertas, no hay ningún tipo de control de las personas externas que entran en el recinto, lo que confiere muy poca seguridad en general, y más si vas con niños pequeños.
Mi opinión es que podían mejorar bastante, porque en relación calidad precio van muy raspados y se salva algo más gracias al hotel amaragua.